Esta es la historia de Goshu, un violoncelista profesional. Durante los ensayos para un concierto, es reprendido por el director porque su interpretación no es lo suficientemente buena. Toca desacompasado y no parece tener el "sentimiento" necesario para la música.
Goshu vuelve a su solitario chalet y comienza a practicar. Un gato le enseña el conocimiento del significado interior de la música. Un cuco le enseña la importancia de la práctica, un tejón el ritmo y un ratón la ternura. En cuatro días aprende el verdadero sentido y significado de la música y se convierte en un gran músico.
Enlazado con música clásica popular esta película combina la diversión y la inspiración para todas las edades y públicos.