Un poco marimacho, contenta con un arma en la mano, Kei lleva el pelo corto, y antes muerta que meterse en una falda, prefiriendo con mucho los pantalones.. Exactamente lo opuesto de Yuri. Con un pronto fácil y de ideas fijas, no deja que nada se interponga en su camino cuando se propone algo. Con tendencia a recurrir a la violencia ante la adversidad más nimia, su solución a cualquier problema es... hacerlo volar por los aires. Yuri y ella son como agua y aceite, y está convencida de que el único compañero que necesita es su arma, fiel y digna de confianza.