Separados por un siglo y un océano, el destino de un fotógrafo americano Eadweard Muybridge y el de una madre japonesa es objeto de una colisión poética en el que el reto es el irrefrenable deseo de parar el tiempo.Con su estilo gráfico único y exquisito, Yamamura nos entrega una meditación dibujada sobre la vida que galopa y los lazos que se rompen.