Me desperté en una casa perdida entre montañas nevadas. Dijeron que me habían traído aquí con un golpe en la cabeza. Allí había una mujer, rodeada de libros y cuadros, y amante de la fotografía. También estaban las cuatro sirvientas con su triste sonrisa. Parecían saberlo todo, y sin embargo yo no recordaba nada.
"Trajiste el tiempo a esta casa donde el tiempo se había detenido"
Los engranajes comenzaron a girar como si la llama de la vela los guiase. A medianoche, el gran reloj que había estado parado durante décadas sonó trece veces.
Cuando una oscura sombra azul se arrastró desde el fondo del pozo, el llanto de las sirvientas se perdió en la oscuridad.