Mercedes, Carrera y su hermana pequeña Rati son demonios a quienes la Jefatura del Infierno les ha encargado la misión de recaudar las almas de la gente que las invoca. Para ello, satisfacerán el deseo que quieran sus invocadores, sea del tipo que sea, y una vez concedido y disfrutado éste, se llevarán su alma. Pero si fracasan en su trabajo, las encerrarán en una celda de castigo. Además, parece ser que a los ángeles del cielo no les gusta que se altere el destino natural de las almas.