Kiitarou es un joven con un gran sentido espiritual que un día, tras entrar en un almacén prohibido, es expulsado de su hogar. No tarda mucho en encontrar un nuevo sitio en el que vivir, aunque el lugar está habitado por Suzu, un espíritu hogareño, un zashiki warashi. Pronto la confluencia de Suzu y Kiitarou comienza a traer a todo tipo de criaturas espirituales, cada una con sus propios problemas e intereses.