Natsukawa Machiko regresa a la ciudad donde nació y creció para ejercer de profesora.
Mientras se dirige a su nuevo empleo, coincide con unos estudiantes maleducados que están incordiando en un vagón de tren, ella les reprende y ellos se molestan. Cuando cree que no debe de darle más vueltas al asunto, se encuentra con la desagradable casualidad de que aquellos chicos pertenecen al centro donde Machiko ha de impartir sus clases. Los alumnos empiezan a molestarla, pero Uoi se entromete y la rescata; aunque tampoco tiene porque ser un buen augurio, Uoi es el jefe de la banda de gamberros que acecha a la profesora novata.